Me desperté con un rápido movimiento de párpados.Estaba tumbada de lado,y justo enfrente la tenía a ella.Aún dormía,y yo sentía su respiración soplándome en la boca casi imperceptiblemente.Me gustaba observarla,estudiar uno a uno cada lunar de su cara;cada rasgo por pequeño que fuese lo miraba,calculaba su lugar concreto,su color,tamaño,la peculiaridad que aportaba al conjunto de la cara,y luego lo memorizaba.Así me pasaba los minutos hasta que se despertaba.
Abrió los ojos y vio que la miraba.Más de una y de dos veces nos habíamos despertado así,con unos ojos a la espera de la llegada de los otros.
Se levantó sin decir nada.Estaba desnuda,así que empezó a ponerse algo de ropa,la cual estaba esparcida por la habitación.Después se sentó sobre mi y me dio un beso.Sonreimos.Se levantó y salió a la cocina.Durante el tiempo que ella no estaba me dedicaba a mirar por la ventana.Era algo que me gustaba.Tan memorizada tenía cada esquina de su ventana como tenía aquel lunar que habitaba sobre su boca.Hacía sol.Bueno,la mayoría de los días eran soleados,y a mi me gustaba sentir su calor a través de los cristales,cerrar fuerte los ojos y respirar profundamente.Luego observaba el exterior,sin más.
Llegó con un zumo de naranja y dos magdalenas.El zumo,frío,atravesaba mi garganta como un soplo de aire fresco.Seguíamos sin apenas decirnos nada.Me gustaba aquel silencio porque significaba “comodidad”.Me levanté de la cama y me dirigí hacia la estantería plagada de libros.Cogí uno,uno que hacía tiempo tenía ganas de leer:Bajo las ruedas,de Hermann Hesse.Ella me lo quitó de las manos,me miró,lo abrió y empezó a leermelo.Me tumbé a su lado,con los ojos cerrados,escuchando cada palabra que salía de su boca y viviendo aquel momento de una manera tan intensa como fugaz.Me gustaba como leía,casi susurrando y con las comas y los puntos bien marcados,de manera natural.Nunca nadie me había leido hasta entonces.Descartando obviamente a profesores y padres.Claramente no era igual.
MGM
